El desarrollo de cualquier ser humano persigue una meta, convertirse
en persona. Desde sus inicios, donde el yo está dominado por las emociones
básicas, hasta la certeza intelectual de que se es un cuerpo con una mente que
reflexiona sobre el mundo y sobre él mismo. Llegando, incluso, a entender las
múltiples relaciones que rigen su realidad; alcanzando emociones complejas de
hermandad, cooperación y , a la vez, de individualidad y responsabilidad.
Una vez persona ¿finaliza la carrera? ¿Culmina realmente el
desarrollo? La respuesta es negativa; tras alcanzarse el objetivo, cabe ir más
allá. Se puede alcanzar lo que hay detrás de la tupida red del mundo que ya se llegó
a comprender. Es posible “percibir”, con
otros sentidos, lo que hay tras el velo de las formas; entender lo que hay más
allá de la persona, lo transpersonal.
Me gusta!.
ResponderEliminar...y te sigo Juan.